En el momento en que decidí crear este blog tuve claro cual iba a ser su objetivo: funcionar como un dossier informativo.
Como los escaparates de las tiendas o las carpetas de los dibujantes. Una forma de decir Hey ¿quieres saber de mí o de mi obra? Pues aquí tienes mi blog.
Así pues, tuve claro que contendría sólamente información que considerase de relevancia para mostrar mi faceta de escritor a quien pudiera interesarle.
Sin embargo, dudé seriamente en mostrar retazos de mi trabajo, es decir, en publicar poemas sueltos, relatos, guiones, etc, que no hubiesen sido previamente publicados.
El motivo no era el temor al plagio (registro mi obra con regularidad) sino el poder participar en concursos literarios.
Cuando un autor no tiene todavía un nombre debe esforzarse en creárselo, y en gran medida, los premios literarios son un buen medio para lograrlo (aunque tampoco sean garantía de nada).
La idea era sencilla. ¿Quería ofrecer un poemario a un editor? Pues entonces me debía presentar a concursos de poesía con la esperanza de ganar alguno y crearme un currículo. ¿Que quería hacer lo propio con un libro de relatos? Pues lo mismo.
Lo que pasa es que para poder presentarse a esos concursos, los trabajos presentados no han de haber sido publicados (en muchos casos, ni siquiera en internet) y por ello, con el objetivo de no quemar ninguna nave, decidí no subir escritos a este blog.
Sin embargo, el tiempo escasea, las fuerzas se dispersan en mil proyectos y el necesario aunque débil ego y un nuevo enfoque cobran fuerza, así que a partir de ahora subiré algunos textos.
Me he autoconvencido (éste es el nuevo enfoque) de que ésta es también una buena forma de mostrar mi trabajo. ¿Que hay que quemar alguna nave? Pues esperemos que el resplandor del incendio sirva de faro.
En cualquier caso ¿que más da? Tampoco creo que vaya a perjudicarme demasiado (mas bien poco si me baso en la escasa cantidad de concursos en los que participo y en la fe que tengo en ellos) y es algo que me apetece hacer de vez en cuando.
Tampoco es que ahora vaya a actualizar el blog a diario, pero sí cuando sienta ese deseo.
Por ello, a partir de ahora, este blog sufrirá un cambio de tercio.
Espero no ser el único en disfrutar con ello.
Un saludo.
Cambio de tercio
23 nov 2008
Publicado por Óscar Camarero en 23:00
Etiquetas: Reflexiones
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