Venganza

En este guión tuve que hacer encaje de bolillos, ya que la revista donde iban a publicarse las páginas se editaba en formato A5 (y al final se publicó en A6) , así que debía hacer una composición de página sin muchos lujos, para aprovechar al máximo el espacio.
Tras estudiar con el dibujante Juan Espadas las cuatro variantes que elaboré, nos decidimos por esta por varios motivos.
En primer lugar, aprovechaba bien el espacio (escaso, como ya he comentado).
En segundo, las viñetas abiertas a sangre por arriba y por abajo daban la sensación de ampliar la viñeta por sus extremos.
En tercero, la ausencia de separación horizontal entre viñetas aumentaba dicho efecto y una vez más, nos daba un poco más de espacio.
En cuarto lugar, se decidió no usar diálogos (más tema de espacio) y que el texto fuese en cartuchos. En un principio, los cartuchos harían de separadores entre viñetas.
Por otro lado, el formato de tres viñetas por fila me permitía jugar con la estructura ya que decidí que las dos primeras viñetas de cada fila iniciasen un pequeño acto que se cerraba en la tercera, y así hasta llegar al final de la historieta.
Ya de paso, entroncaba con la popular estructura poética del haiku, formado por tres versos, lo cual iba de perlas si tenemos en cuenta que la acción transcurre en el Japón feudal (concretamente, en el periodo Edo).
A muchos sorprenderá que el protagonista se tome tanto tiempo en acabar con su rival (algo impropio de un samurai y, de hecho, de cualquier guerrero que se precie) pero teniendo en cuenta que el móvil es la venganza y que si actuase de ese modo la historieta duraría dos viñetas, decidimos que era justificable.
Otra curiosidad es que el kanji (el ideograma) marcado a golpe de katana en el pecho del rival no es el de Venganza, sino el de Muerte. ¿El motivo? Es sencillo: el kanji de venganza es tan complejo que no se hubiese podido realizar con la espada.
En fin, me dejo ya de cháchara y os pongo las páginas.